BASTET,
LA DIOSA GATA
Los egipcios tenían a los gatos como a divinidades.
Cuenta la leyenda que se rendían ante los persas cuando éstos
sostenían gatos frente a sus escudos, ya que los persas sabían
cómo eran considerados los gatos. Los egipcios eran capaces de rendirse
antes de lastimar a alguno. Así fue como perdieron a la ciudad de
Pelusio (actual Puerto Said).
BASTET, LA DIOSA GATA
La mitología cuenta que Ra, dios del sol, cansado de la rebelión
de los hombres, envió a su hija que tomó el aspecto de una
leona, Sekhnet, furiosa y sanguinaria, que tomó iniciativa propia
y comenzó a aniquilar a los hombres. Entonces Ra, tuvo que enviar
a un guerrero, Onuris, que amansó a Sekhnet, convirtiéndola
en Bastet, una diosa maternal que se hizo muy popular en el pueblo egipcio.
Bastet se convirtió así en la diosa de la música,
de la danza, de la alegría y de la maternidad. Muchos historiadores
creen que es el antecedente pagano a la adoración a la Virgen María.
Era representada como una mujer con cabeza de gata o a menudo como un gato
sentado, de cuello estilizado. De todas las razas de gatos actuales, el
abisinio, sería el más parecido a esa representación.
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